SIN PENA NI GLORIA

 

Habrá que ponerse de pie, tirar las muletas ,

Que usamos sin necesitar, y nos sacaron callos

De tanto no encontrar lo que buscamos.

Habrá que coser heridas, con hilos de valentía

Esa misma de la que echamos mano, cuando

Creíamos que bastaba con lo que deseábamos.

Habrá que hallar el olvido a fuerza de recuerdos,

Sin escatimar en recursos ni esfuerzos,

Para no borrar ni un solo dolor en el recorrido.

Habrá que ni soltar ni saltar, ni aplicar el optimismo

Raído, de que no importa lo que paso y lo que viene

Será mejor, porque era lo merecido.

Habrá que crear un diccionario, con las palabras

Que nos dijeron, y operarlas con un experto bisturí

Que no deje duda alguna, de que había que extirpar

Y dejar el agujero al descubierto, hasta que deje de sangrar.

Habrá que barajar y dar de nuevo, esta vez conociendo

El juego y marcando las cartas, porque no parece haber

Sido suficiente jugar limpio y sin miedo.

Habrá que ponerse de pie y dejar que la sangre fluya

Otra vez, siendo más cuidadosos y que llegue al

Corazón sin desgarrarnos los `pies.

Habrá que diseccionar cada abandono,  cada avalancha

De victimismo recibido, cada sueño derrotado

A base de necedad y maldad preconcebida, para que

Cuando volvamos a caminar, no entremos en pánico

De volver a caer, porque solo se cae, si estamos de pie.

Habrá que dejar que el destino cobre su venganza con los que

Huyeron a las trincheras, cuando estallaron las bombas,

Poniéndose a salvo, cerrando los ojos, para no ver  al

Compañero herido.

Habrá que crear un registro de desertores cobardes,

Con nombre y apellido, para que nadie cuente con ellos

Para ninguna batalla, y por sobre todo, para que no puedan

Festejar victoria alguna.