Por Kety Mangione.
Había una vez, dos que se miraron y se enamoraron.
Vivieron una intensa historia de amor.
No pudo ser.
Se despidieron y en ese abrazo intercambiaron sus corazones.
Alguien espero bajo la lluvia.
Alguien escribió sobre la arena.
No entendían porque no podían sacarse de adentro.
No sabían del intercambio en el abrazo.
Un día decidieron que ya era tiempo de saber.
Todavía no pudieron abrazarse y recuperar sus propias palpitaciones.
Cuando lo hagan, latirán al unísono.
Pero no habrá intercambio.
Porque había una vez, y sigue habiendo, pero es otra vez.
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la que modera los comentarios es rubia, sabrán entender, ustedes tranquilos, comenten sin miedo, eso de la moderación es puro cuento, porque además de rubia es ARGENTINA.