sábado, 26 de septiembre de 2020
AGUA EN MARTE
Contando los días.
Escribe. Kety Mangione
26/09/2020
Son días extraños, días en los que me visitan los vivos y los muertos,
con la misma intensidad y la misma suerte.
Son días en que la inspiración me sobrevive, y tengo que dejarlo todo,
porque la vida me grita ¡escríbeme!
Son días de antiguas novedades, que se instalan y acarician, como
luciérnagas que no quieren irse cuando llega el alba.
Días en que el alma se me sale por el cuerpo y la risa fácil me encuentra
hablando sola.
Días en lo que me siento tan viva que ahuyento los fantasmas y ellos
se van silbando alegremente por la misma puerta que los ha traído.
Días en los que mi madre me cuenta historias y mi padre me guiña un ojo.
Entonces, el sol está por todos lados y la lluvia se lleva mis pecados.
Son días nuevos, con aroma a geranios recién plantados.
Son días en que me desconozco y me doy un abrazo emocionado.
Días tan eternos como efímeros, que vienen con claveles a coronar
mi frente, un coro de niños.
Son días, ¡madre mía! Que la idea de muerte se me hace un invento
de los vivos.
domingo, 20 de septiembre de 2020
A corazón abierto.
Escribe Kety Mangione
17/10/2020
Abrió su pecho con un fino bisturí.
Se ayudo con las manos para abrir de par en par la cavidad.
Dijo muy despacio, ya puedes salir.
Una paloma tan blanca como la nube más blanca, emergió en pleno vuelo.
Aturdida al principio, columpió contra los cristales.
Como sí de la chistera de un mago se tratase, la paloma mutó en una mujer tan bella como la misma luna,
no, más bella todavía. Ni a los talones la misma luna le llegaría.
Le dio una aguja de coser con mucho hilo.
Le dijo cose esa herida y dejaras de sangrar. Dolerá pero sanarás.
No puedo, y si quieres volver, y si sientes frio, quién te dará abrigo?
Madre déjame, quiero experimentar con todos los sentidos.
Pero quién te cubrirá? - Me meteré en el río y el será mi amigo..
Me tenderé en la arena a mirar las estrellas. Me subiré a los árboles, sus
hojas serán mi manto cunado el sol me abrase.
Cierra tu pecho madre, deja de sangrar, que ya es hora.
Te dejaré volar, porque tú me lo pides.
Pero siempre que lo quieras, podrás volver conmigo, porque
hasta que muera y después más todavía, yo siempre volare contigo.
sábado, 19 de septiembre de 2020
EL INTERCAMBIO
Por Kety Mangione.
Había una vez, dos que se miraron y se enamoraron.
Vivieron una intensa historia de amor.
No pudo ser.
Se despidieron y en ese abrazo intercambiaron sus corazones.
Alguien espero bajo la lluvia.
Alguien escribió sobre la arena.
No entendían porque no podían sacarse de adentro.
No sabían del intercambio en el abrazo.
Un día decidieron que ya era tiempo de saber.
Todavía no pudieron abrazarse y recuperar sus propias palpitaciones.
Cuando lo hagan, latirán al unísono.
Pero no habrá intercambio.
Porque había una vez, y sigue habiendo, pero es otra vez.
lunes, 14 de septiembre de 2020
Zona de promesas.
Escribe Kety Mangione
14/09/2020
Yo ya estuve muerta y enterrada. Yo estuve tan viva, que me costaba respirar.
Por eso te voy a pedir esto:
Prometeme que si nos volvemos a ver, y no hay un solo gesto en mí que te conmueva, vas a dar la vuelta. No pasa nada, ahora estoy despierta, podré soportar tu huida, pero nunca tu indiferencia.
Prométeme que me vas a mirar de lejos, que me vas a seguir sin que te vea, y solo si tu corazón se altera, porque reconocés en mí, la que era, vas a acelerar el paso.
Prometeme que no me vas a cubrir con un abrazo, si no ves nada que te arrebate el alma, que te deje sin aliento, que te conmueva y te haga temblar. Si nada de eso te pasa, cuando vuelvas a verme, andate despacio sin que yo te vea, sin que te presienta. Acórdate que yo ya estuve muerta.
Prometeme que si no ves algo que te perturbe, que te ciegue el alma, que te pegue en la cara y te rompa de ganas, no vas a decirme nada y te vas a ir como un soplo en la escarcha.
Prometeme que si algo de eso aparece, aunque sea un instante, vas a venir corriendo, vas a atrapar el viento, vas a volar al ras del suelo, para alcanzarme.
Prometeme que si nada de esto te pasa, si no te reviento las entrañas, si no sentís que el suelo se abre bajo tus pies y el corazón te estalla, vas a seguir con tu vida y vas a dejar que yo siga con la mía. Acordate que yo ya estuve muerta, pero ahora estoy viva.
Eso sí, si te pasa, si cuando me ves descubrís que todo se esfuma y fundís a negro, que acabás de nacer y el alma te vuela. Entonces vení, atropellame, llevame por delante, no me tengas piedad.
Méntime tu pasado sin mí, y miráme, miráme a los ojos y décime que siempre estuve ahí.
miércoles, 9 de septiembre de 2020
Caminata lunar.
Escribe Kety Mangione.
Post. 09/09/2020
Le quisieron vender un terreno en la luna. Justo a ella, que vive ahí desde siempre, desde entonces, y que ya aprendió hace mil años a flotar de noche. A ella, que en las mañanas aún suspendida, se sobresalta y se apura a rescatar todo lo que él dejo antes de irse, cerrando la puerta del cosmos. Le quisieron explicar los beneficios de los años luz. justamente a ella que nunca dejó de viajar en el tiempo, que trazó todas las rutas, que fue dejando luciérnagas de amor, por si un día él pasaba por ahí. De quién iban a ser sino de ella?. Quisieron explicarle el plan de pago a largo plazo. A ella que estuvo ahorrando toda la vida, para viajar a la luna y encontrarlo.
Le dijeron que lo pensara porque allí, no hay noches ni días. A ella, que los mantiene unidos, solo para no despedirlo. Para que siempre sea el mismo día, como un bucle eterno, donde no tenga que pensar que hoy de él nada ha sabido. Donde su corazón no tenga que vivir sin aliento, como cuando se despierta y comprueba que no fue un sueño. Va flotando por el aire, levantando cada palabra que dejaron tirada para besarse, apretados contra las paredes del cielo.
Le quisieron dar un curso para vivir del revés. A ella que come de cabeza y piensa con los pies. Le contaron que ahí el tiempo no existe y que se pueden contar las estrellas. A ella que se queda dormida con ellas, hasta que él la ve despertar. Hay que atreverse le dijeron, esto es para pocos. A ella le dijeron eso? Que acomodó la vía láctea para escribir su nombre, haciendo equilibrio entre mercurio y marte.
Que sabrán ellos, piensa, de mundos y estrellas, de andar de cabeza, de levantar palabras y envolverse en ellas. Que sabrá la luna de tantas esperas, de cometas fugaces, cómplices mudos de siempre el mismo deseo. Sabrán acaso piensa ella, de ovnis y estelas, que explotan en su mente en cada luna llena?. Que sabrán de vivir flotando, de mirar al cielo implorando un milagro, piensa ella. Que sabrá Plutón, de soles opacos, de noches eternas y días sin rastro. Que sabrá la luna de noches oscuras, de vivir a medias buscando su rostro detrás de la lluvia. Nadie sabe nada, cuando le hablan de vivir dos veces, que pueden saber, de ahogos y miedos, de abrir rendijas y tomar aliento, juntando en la luna sus átomos para hacerlo aparecer
No saben nada de nada.
No tienen idea, piensa ella, por eso la llaman, porque no saben nada, de vivir entre el cielo y la tierra, y menos todavía de conquistar la luna, para no perderlo.