MADRE, Amiga y más.

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Escribe: Mariano F. Sasso

Post-edit. KM 01-12-2011

Era el cuarto día consecutivo que comían zapallo, esa noche era en versión frita con algún que otro condimento, las anteriores habían sido en puré, hervido o a la plancha. Ella sabía como disfrazar y ellos sabían como hacerla sentir bien sin decir nada. Era muy difícil decir algo cuando sus hijos sabían lo que su madre tenia que hacer para llevar ese plato de comida a casa. No era que ellos no quisiesen mas o mas surtido era que los tres con solo mirarse podían entender lo que sucedía.

Ella trabajaba entre 12 y 16 horas repartidas en tres trabajos, y llegaba a su casa muerta de cansancio, pero ellos esperaban ese momento, eran complices y sin hablar se prometían que un día los tres juntos iban a salir, que no había nada que pudiese detenerlos para cambiar su destino. Las cosas no fueron tan sencillas pero esa promesa de a poco se estaba haciendo realidad.

Las pequeñas cosas los hacían felices, en mayo de 1986 faltando solo un mes para que empiece el mundial de México, ella no dijo nada y llego a su casa lo mas contenta. Nadie sabia que pasaba, pero estaba realmente alegre. De repente sonó el timbre y su cara dibujo la mayor sonrisa que ellos habian visto hasta ese momento de sus vidas. Sus dos amigos de Pinet (uno de los lugares donde trabajaba) subían las escaleras con una caja inmensa con el nombre de GRUNDIG enorme. Ellos fueron corriendo hacia su mama y se abrazaron como si desde ese momento y por el mero hecho de tener una t.v. en colores, sus vidas pudieran cambiar rotundamente. Ese televisor marco el principio de una dura batalla que ella iba a librar para sacar adelante su familia. Esas tonterías y esos pequeños logros eran las medallas de una familia golpeada, pero no vencida.

Sus hijos siempre fueron lo mas importante para ella, cosa que le había inculcado su padre, por eso lucho y lucha hasta el día de hoy para que ese vinculo se mantenga a pesar de los diversos vuelcos que da la vida. Ella seria capaz de mover cielo y tierra por sus hijos y ellos  no dudarían en poner el mundo del revés para estar juntos. Resulta muy especial,  raro y fuerte el  sentimiento que los une. Si uno se sentaría en una mesa con ellos creería que en cualquier momento se podría librar una guerra, pero la verdad es que siempre están juntos y apoyándose. Su vida estuvo llena de momentos de mierda, que estando unidos los transformaban en buenos. Siempre imaginaron que lo que vendría seria mejor sin mirar mucho hacia atrás, aunque la vida se encargo cantidad de veces en mostrarles lo contrario.

Ella como buena madre intento siempre inculcarles buenos valores a sus hijos, e intento hacerles entender que el dinero no es nada si no hay salud o si no lo pueden disfrutar con la gente que quieren. Nada para ellos fue fácil y siempre hubo que encontrarle la vuelta a todo, pero eso los hizo fuertes y los protegió de todo lo que vino después.

Como madre podía tener errores, podía equivocarse, pero si hay algo que ella tenia es que no se rendía ante nada y que nunca iba a bajar los brazos. Su fuerza fue la que la llevo a ser lo que es, y toda la gente que alguna vez paso por su vida se sintió protegida, querida, y apoyada. Tiene instinto maternal hasta con su madre. Es la clase de persona que todos quieren tener de amiga o de madre o de madrina, es la clase de persona que te ayuda a reír, y te consuela cuando estas por llorar. Sus palabras funcionan como una especie de guía y siempre ( con solo mirarte o escucharte) sabe que te pasa. Como persona es muy grande, como madre lo es aún más.

Cada golpe la hizo mas leal, cada insulto la hizo mejor persona. Tener poco le hizo demostrarse que también podía tener mucho. Tener mucho le enseñó que hay cosas mas importantes. Su fortaleza es envidiable y su manera de ser es inigualable. Y seguramente que si hubiese más mujeres como ella en este mundo, seria mucho mas agradable estar en él.

Esta historia empecé a  escribirla en tercera persona, (como verán, pudo más la emoción) y es una de las tantas que vivimos y seguiremos viviendo  estos  tres integrantes del relato. Pero esta dedicada especialmente a la más grande de todas las personas que me toco conocer en mi vida. Es buena madre, buena abuela, buena amiga, buena hija, buena trabajadora, buena tía, buena madrina, buena hermana es una de las pocas personas que quedan que no hacen las cosas por interés y siempre busca la solución a los problemas propios y ajenos, siempre busca esa palabra alentadora, siempre pone paños fríos a los problemas y por sobre todo nunca se olvida de trabajar de MADRE que es donde mejor se desempeña. Gracias vieja. Gracias por ser como SOS.